Fue encontrada una mañana muy temprano, empapada, después de una noche de tormenta.
Lloraba entre unos arbustos, pedía ayuda. Estaba perdida, desorientada.
La recogimos e intentamos buscar a sus dueños, sin éxito. No tenía chip.
A los pocos días descubrimos que Emilia es ciega, ceguera irreversible, por eso no supo volver a su casa.
Ahora, adaptada a su minusvalía, nos da clases de superación cada día. Se sube a las mesas, utiliza el rascador, ningún problema con el arenero. Convive perfectamente con otros gatos, machos, hembras, adultos y cachorros.
Concha
Tlfn. 645 79 00 92
gatosenadopcion@elrinconde
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